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viernes, 23 de septiembre de 2011

Escritor, Filosofo y Místico: Enrique Barrios.

Enrique Barrios

Enrique Barrios (*Santiago de Chile. Septiembre, 1945) escritor de nacionalidad chilena.[1]






Nacionalidad

Algunas fuentes, por la distinta nacionalidad de sus padres, lo han puesto como chileno o venezolano. Incluso alguno lo catalogó como argentino debido al tiempo en que vivió allí.[2] El propio Barrios indica en su página web ser chileno y haber nacido en Santiago y no en Caracas.

Biografía

Pasó su infancia en Venezuela; pero a partir de los once años de edad es Chile su lugar de residencia, aunque regresó muchas veces al país caribeño para permanecer allí por períodos de años a veces.
Su alma inquieta, de buscador, tanto en las cosas del mundo como en las no tan materiales, le llevó a visitar países en los cinco continentes desde su juventud, viviendo a veces durante años en algunos de ellos (Argentina, España, Francia; ahora Brasil), o durante meses (USA, Ecuador, Australia, Perú). Y también le llevó a cuestionarse muchas cosas filosóficas desde niño, el sentido de la vida, la existencia o no de Dios, la vida más allá de esta vida, etc.
A eso de los cinco o seis años de edad (1950) se recuerda pensando en si en la vida habrá libre albedrío o determinismo, aunque sin conocer esos términos (si el destino está previamente "escrito" o si tenemos libertad). Allí concibe la idea de los "ramales del tren" que se abren hacia "futuros posibles" a cada instante, y que desarrolla en su futuro libro "El Maravilloso Universo de la Magia!" (1988); ideas que no se contradicen con las nuevas teorías de la física cuántica acerca de las millones de dimensiones posibles, existiendo todas juntas al mismo tiempo...
A los trece años de edad se inscribe como postulante a sacerdote en su colegio católico, pero muy pronto se decepciona, sobre todo porque una pregunta comienza a rondarle: ¿Por qué existen tantas religiones, diciendo todas ellas ser las poseedoras de la única verdad posible?
Y llega a la conclusión de que: "Ellas tienen sólo partes de la verdad, verdades a medias, pero la "Gran Verdad"... Y a partir de allí se orienta hacia la búsqueda de una filosofía universalmente válida, a lo que él llama su búsqueda de la Verdad; no de "una" verdad sino de "LA" Verdad, algo indiscutible. Y comunica a sus amistades que le interesa encontrar el punto que une a todas las religiones, aquello que es común en todas ellas. Y eso irá haciendo con el tiempo: estudiar religiones del mundo, mística aborigen, filosofías espirituales, etc., y también filosofía tradicional y psicología.
Comienza sus estudios en 1964, a los dieciocho años de edad, en Caracas, cuando encuentra a un hombre que le habla acerca del estado de sueño de la humanidad, acerca de la inconsciencia de las masas, de su "mecanicidad". Como estas ideas coinciden con observaciones que él mismo había hecho, desea saber más, y aquel hombre se convierte en su instructor (previo pago de una cuota mensual que no era barata, de acuerdo con la milenaria Tradición origen de tales ideas), y lo será a lo largo de veinte años, aunque con lagunas de años muchas veces, debido a los constantes viajes del futuro escritor.
"El pensamiento mecánico no es más que cadenas de asociaciones casuales", le comentaba el instructor; cosa que él joven había ya observado en sí mismo, que nuestro pensamiento raramente es dirigido conscientemente por nosotros mismos, que una imagen nos evoca un recuerdo, que trae un pensamiento, que un aroma que flota nos hace olvidar, para traernos la evocación de alguna otra situación del pasado, etc., etc., etc. Y siempre vamos olvidando lo que estábamos pensando antes.
"¡Y todo ello se sucede tan rápido en nuestra mente, que no nos damos ni cuenta!".
"¡Y a esa falta de consciencia le llamamos pomposamente 'estar conscientes'!"...
Le consta que se trata de verdades inobjetables, y eso mismo le hace comprender que su búsqueda de la verdad seguramente ha de requerir de un estado de lucidez, de concentración, de consciencia fuera de lo común para dar buenos frutos, fuera de esa cadena de asociaciones inconscientes, fuera del "pensamiento mecánico", y decide en primer lugar tratar de convertirse en una persona más lúcida, más consciente, y como su Instructor tiene una andanada de ejercicios y prácticas destinadas a elevar el nivel de consciencia, a esas prácticas se dedica, aunque no con la entrega de un místico porque también le interesa conocer mejor el mundo, otras idiosincrasias, otros idiomas, para poder comunicarse mejor con personas de otros pueblos. Y por otro lado es un joven normal, con las inquietudes de su generación y de su edad, las que también atraen su atención, su tiempo y su energía.
Ingresa a estudiar medicina en 1971, pero abandona los estudios al descubrir que se siente más motivado a mejorar almas que cuerpos. Hace una incursión en Antropología, pero siente que lo que más le interesa del hombre es su dimensión mística, y que de esto poco se ve en la universidad.
Debido al hecho de dejar de lado la Enseñanza durante prolongadas lagunas de tiempo, sólo veinte años después obtiene algo concreto, justamente lo que andaba buscando. Pero considera que si se hubiese dedicado sólo a la Enseñanza, sin moverse de Caracas, tal vez en un par de años hubiese llegado a lo mismo.
Es así como en 1984, a los 39 años de edad, en una bonita experiencia interior vislumbra algo que para él constituye la Suprema Realidad del Universo; un concepto o vivencia que experimenta en un raro momento de expansión de consciencia, lo cual será la base de toda su futura obra literaria: El Amor como Fuerza Universal, generadora de todo lo que existe. Y de paso ha encontrado el elemento que une a todas las religiones, el Amor, y allí descubre también su misión, el propósito superior de su vida, que consiste en dedicar el resto de su existencia a enseñar a otros lo que ha aprendido.
Ese mismo año 1984 comienza a escribir "El Libro de Dios Amor", (antes mensaje acuariano), su primera obra, la que no tuvo gran difusión. Un año después aparece la inspiración para "Ami, el Niño de las Estrellas", libro que vio la luz en Chile, en marzo de 1986, y fue escrito en sólo ocho días. En este segundo libro, Enrique Barrios pudo transmitir –entre líneas– los fundamentos del importante y profundo mensaje que antes había expresado en forma de prosa poética en su primera obra; está escrito en un estilo simple, mediante el cual se expresan lecciones de sabiduría universal en medio de viajes espaciales y aventuras diversas. Enrique Barrios ha escrito hasta el momento un total de doce libros.
La larga búsqueda del escritor, sus esfuerzos en las prácticas recomendadas por su instructor, todo ello dio como resultado la expansión de consciencia que a la larga generó doce títulos, los cuales han orientado a millones de personas en diferentes idiomas, y que siguen siendo traducidos a nuevos idiomas.
El año 1997 EB ingresa en Internet y crea este sitio. Ese mismo año comienza a enseñar en la web a través de su "Academia Ami", la que va teniendo varias transformaciones con el tiempo, hasta convertirse en el actual Instituto Ami-Ophir el año 2007.
EB considera al Instituto como una forma de continuación y profundización, de puesta en práctica, de los contenidos que sus libros sugieren.
Enrique Barrios vive en Brasil desde el año 2006 y se dedica a la enseñanza, a su trabajo de literatura y otras actividades, y se dedica a dirigir el Instituto Ami-Ophir, una institución virtual, de corte fundamentalmente educativo, que lleva a la elevación del nivel de lo que él llama "Consciencia-Amor" en las personas que la visitan. La decisión de crear esta página es transmitir el mensaje de los libros de modo practico, y no s olamente teórico.

El escritor

A los 39 años de edad, escribe su primera obra: Mensaje Acuariano, en ella aparece una filosofía espiritual que intenta producir pequeños o grandes cambios de enfoque hacia la existencia, fundamentada siempre no en el dinero sino en la Fuerza Amor.
Casi un año después, el 17 de agosto de 1985, aparece en el cielo de la región central de Chile una extraña luz que permanece varias horas allí detenida hasta que de pronto se esfuma. Toda la prensa consignó el hecho, pero nunca se entregó una explicación satisfactoria. Es a raíz de ésto que Enrique Barrios obtiene la inspiración para "Ami, el Niño de las Estrellas", libro que cuenta con la filosofía de su primer libro, pero que además presenta viajes espaciales. Tardó ocho días en escribirlo.
Ami se publica en marzo de 1986, en Chile, y logra éxito inmediato. Pronto recibe el respaldo de los Ministerios de Educación.
El año 1987 escribe "Ami Regresa" y "Ami y Perlita", este último pagando una deuda con los niños, ya que con Ami había dicho que era sólo un cuento. 1988 es el turno de "El maravilloso universo de la magia".
A fines de 1988 viaja a Buenos Aires, Argentina. Allí escribe "Cuentos de amor, estrellas y almas gemelas" (1991), "Maravilla" (1992), "Ami 3" (1997-1998), "Carta de Dios para ti" (1998), "Dios para locos bajitos" (1998), "El color de las aguas" (1999) y "Proyecto Elevación" (2000).

 Obras

  • Mensaje acuariano (1984-1985)
  • Ami, el niño de las estrellas (1986)
  • Ami regresa (1987)
  • Ami y Perlita (1987)
  • El maravilloso universo de la magia (1988)
  • Cuentos de amor, estrellas y almas gemelas (Argentina, 1991)
  • Maravilla (Argentina, 1992)
  • Ami 3 (Argentina, 1997 - 1998)
  • Carta de Dios para ti (Argentina, 1998)
  • Dios para locos bajitos (Argentina, 1998)
  • El color de las aguas (Argentina, 1999)
  • Proyecto Elevación (Argentina, 2000)

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